Jamás se logrará que Hamás entre en paz

Es difícil saber cuales serán las consecuencias finales, pero tanto el Estado de Israel como el Estado Palestino están atrapados entre los violentos. Los duros, violentos y testarudos generales del ejercito Israelí y los rebeldes, inconsecuentes e irresponsables de Hámas. En medio de este conflicto que va más allá de una escaramuza, se encuentra el indefenso pueblo palestino y los campesinos israelíes.

La ONU y Estados Unidos juegan de forma ambivalente, mientras que los países árabes de la región  se quedan impávidos, esperando que nos les salpique la violencia en sus países y que no se venga una migración masiva de palestinos. Rusia ha quedado impedida de emitir tan siquiera una opinión, mientras trata de resolver el problema derivado por el abatimiento del avión de Malasya Airlines, presuntamente por la milicia pro rusa de ucrania. Extraña coincidencia.

El bombardeo, aparentemente inmoral del ejercito Israelí a escuelas de la ONU, ha consternado a medio mundo. Israel argumenta en que esas escuelas son usadas para guardar armamento por parte de Hamás, que debemos recordar no es el ejercito palestino, sino un movimiento de resistencia Islámico y que ha sido declarada por la Unión Europea y Estados Unidos, como una organización terrorista. De ahí podemos determinar que es difícil una negociación con ellos, y más cuando el mismo presidente Benjamín Netanyahu ha manifestado una y otra vez, que Israel no saldrá hasta que queden completamente destruidos la red de túneles que Hamás y la Yihad islámica tienen en la franja de Gaza.

Así que podemos sacar mil conjeturas, escribir, escribir y escribir, de todo lo que pasa, consecuencias, posturas, posibilidades, pero la realidad, es que será muy difícil que pueda existir una paz duradera en esa región. Solo un milagro.