1 RECITATIVO Narrador Silencio, no habléis y escuchad la historia. El señor Schlendrian viene con su hija Lieschen a la que gruñe como un oso. ¡Escuchad lo que ella le ha hecho! 2. ARIA Schlendrian ¿No son los hijos la causa de cien mil preocupaciones? Diariamente se lo digo a mi hija Lieschen, pero no me hace caso. 3. RECITATIVO Schlendrian Descarada niña, chiquilla obstinada. ¡Ah, cuándo me escucharás! ¡Aparta de mí vista ese café! Lieschen ¡Padre, no seáis tan severo! Si tres veces al día no bebo mi tacita de café, entonces me marchitaré al igual que una cabra asada. 4. ARIA Lieschen ¡Ah, qué agradable es el aroma del café! Más sabroso que mil besos y más dulce que el vino moscatel. Café, café necesito tenerlo, y quien quiera complacerme que me regale café. 5. RECITATIVO Schlendrian Si no dejas de beber café no irás a la boda ni de paseo. Lieschen ¡Bien! Entonces déjame tomar café. Schlendrian ¿Es que acaso eres una monita? Ya no te regalaré la falda de ballenas a la última moda. Lieschen No me importa. Schlendrian ¡Y ya no mirarás por la ventana a los que pasean! Lieschen De acuerdo, pero, te lo suplico, déjame mi café. Schlendrian De mi mano no recibirás cintas de oro o plata para adornar tu sombrero. Lieschen ¡Sí, sí, déjame mi único placer! Schlendrian Lieschen, terca, ¿aceptas todo lo que te propongo? 6. ARIA Schlendrian Las muchachas obstinadas no se dan por vencidas con facilidad. Pero si se encuentra su debilidad, ¡oh! se pueden obtener grandes resultados. 7. RECITATIVO Schlendrian Ahora, escucha a tu padre. Lieschen Siempre, excepto en lo que concierne al café. Schlendrian Entonces debes aceptar no tener jamás esposo. Lieschen ¡Oh sí, padre mío, deseo un esposo! Schlendrian Te prometo que eso nunca lo tendrás. Lieschen ¿Hasta que abandone el café? Desde ahora digo adiós para siempre al café. ¡Padre mío, no lo beberé nunca más! Schlendrian Así pues, tendrás finalmente un esposo. 8. ARIA Lieschen ¡Hoy mismo, hoy mismo, querido padre, dámelo! ¡Ah, un esposo! ¡Un esposo! ¡Es justo lo que necesito, y que sea pronto! que a la hora de dormir, en vez de café, tenga un apuesto amante. 9. RECITATIVO Narrador El viejo Schlendrian marcha para encontrar un esposo a su hija Lieschen; pero Lieschen, en secreto, se propone: «Ningún pretendiente admitiré en esta casa, hasta que jure y ponga en el contrato marital que me autorizará, siempre que yo quiera, a prepararme un café» 10. CORO Lieschen, Narrador, Schlendrian No prohíbas al gato cazar ratones. Las señoritas permanecen fieles a su café, a la madre le gusta beberlo, la abuela también lo probó, por tanto: ¿quién puede culpar a la hijas?
jueves, 28 de agosto de 2014
Juan Sebastian Bach, Cantata del Café BWV 211
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario