lunes, 12 de enero de 2015

El Origen del Contador

El origen del “Contador” se pierde en los registros de la historia porque igual va aparejado con el intercambio comercial practicado desde los tiempos más antiguos. Es posible que su naturaleza como tal fuera desconocida, que su designación no surgiera sino mucho tiempo después, pero no es descabellado afirmar que en todos los tiempos y en todos los pueblos, el intercambio de mercaderías se ha dado de una manera u otra conformando el tráfico de satisfactorios y donde quiera que se haya dado este tráfico, de manera consciente y organizada, hubo siempre alguien encargado de llevar “las cuentas” así fuera solamente para saber cuánto tenía, cuánto daba y cuánto recibía.
Las grandes civilizaciones de la antigüedad no fueron, en modo alguno, ajenas a este proceso. El Código Hammurabi (1700 a.C.) ya contenía entre otras disposiciones, ciertas normas directamente aplicables al comercio y regulaba contratos de compraventa, préstamo, comisión, depósito y otras figuras de naturaleza mercantil íntimamente ligadas con la actividad contable.  La propia organización del estado así como el adecuado funcionamiento de los templos exigían el registro de sus actividades económicas en cuentas detalladas, pero quizás el lugar en donde los arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa documentación contable, lo constituye el santuario de Delfos en Grecia, donde se han recuperado cientos de placas de mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las cuentas de reconstrucción del templo en el siglo IV antes de J.C.

En la Roma imperial hacia el siglo I a.C. se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de controlar contablemente su patrimonio. El libro más empleado era el de ingresos y gastos (codees accepti et expensi). Los grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera que algunos historiadores han creído ver en ellos un primer  desarrollo del principio de la partida doble, desafortunadamente, a la caída del imperio y a la casi total aniquilación del intercambio comercial en Europa, las prácticas contables utilizadas en el mundo antiguo y la evolución que habían experimentado se perdieron y no fue sino a partir del movimiento comercial propiciado por Las Cruzadas, cuando inician nuevamente su desarrollo.

Sería hasta finales de la Edad Media y principalmente en las repúblicas italianas, donde habría de surgir la nueva contabilidad con Fray Luca Pacioli, monje franciscano autor del primer libro impreso en el que se describían prácticas contables y comerciales.
El Instituto Mexicano de Contadores Públicos, (IMCP) ha fechado como inicio de la profesión contable en México el 25 de Mayo de 1907, día en que Don Fernando Díez Barroso,  presentó su examen profesional para recibir el primer título de Contador de Comercio cuyo nombre cambió a partir de 1925 por el de Contador Público.
Estos orígenes fueron definiendo la naturaleza del Contador Público, fueron moldeando su esencia de confiabilidad y de honestidad pues era considerado como el que da fe –fedatario-  de que las cuentas y negocios que anotaba eran los exactas y correctos. Los mercaderes, los jefes de las caravanas comerciales, los capitanes de barco, los nobles en su feudo y los reyes en su territorio, poco a poco fueron comprendiendo la necesidad de conocer cuánto y qué tenían y cuanto y qué debían.
 Con ello el contador adquiere una personalidad y una notoriedad sobresalientes a tal grado, que llegó a estar revestido de cierta solemnidad pues en no pocos casos se convirtió en guardián de los tesoros de feudos, reinos, negocios y empresas.
Hacia el siglo XVI, en la Venecia mercantil por excelencia cuyo tráfico marítimo la conectaba al mundo entero, existieron agrupaciones de profesionales independientes –gremios- que se dedicaron específicamente a la labor de la contabilidad. Así,  la evolución durante esos años fue de tal manera exponencial que al llegar a la época de la revolución industrial, el contador adquiere una relevancia extraordinaria.
Algunas fechas de importancia para la profesión contable se mencionan a continuación:
  • En 1854 se fundó el Institute of Chartered Accountants of Scotland.
  • En 1880 se fundó el Institute of Chartered Accountants of England and Wales.
  • En 1881 se fundó una sociedad similar en Francia.
  • En 1885 se fundó la Sociedad de Contadores de Austria.
  • En 1887 se fundó en Estados Unidos la Asociación Americana de Contadores Públicos.
  • En 1895 se fundó la Sociedad de Contadores de Holanda.
  • En 1896 se organiza la Sociedad de Contadores de Alemania.
  • En 1907 en México, Don Fernando Diez Barroso presenta su examen profesional para obtener el titulo de Contador de Comercio
  • En 1917 la Asociación Americana de Contadores Públicos se convirtió en el Instituto Americano de Contadores Públicos.
  • En 1923 se crea el Instituto Mexicano de Contadores Públicos.
  • Para finales de los años 20, en el siglo pasado, el IMCP adelantándose a su época y con una amplia visión de futuro expide un código de ética profesional

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