En 1818,en plena lucha por la independencia de México, el Conde del Venadito (Juan Ruíz de Apodaca) continúa con los avisos sobre la permanencia en la Isla de Sacrificios de la fragata de S.M.B. La Biblia, y de la prevención que ha hecho el gobierno de Veracruz para su pronta salida, manifestando al propio tiempo lo sospechosas que son las apariciones en aquel puerto de esta clase de naves.
Las acciones de Lemaur dieron por tierra con la armonía existente entre Ulúa y Veracruz, además argumentaba que todos los puntos anexos al castillo, incluyendo la ISLA DE SACRIFICIOS y sus fondeaderos debían pertenecer al dominio de la fortaleza.
El Gobierno Mexicano negó esos derechos argumentando que Lemaur había ocupado Ulúa por la fuerza y que no podía extender sus dominios más allá del alcance de sus cañones y fuera de ella se encontraba la ISLA DE SACRIFICIOS, y Mocambo.
Ante esta situación el gobierno mexicano ordenó ocupar la ISLA DE SACRIFICIOS, pero Lemaur se adelantó al observar los preparativos, arbolando el pabellón español y además exigió que el fortín de Mocambo fuera demolido, ya que desde ahí, SACRIFICIOS era vulnerable.
El general Guadalupe Victoria consideró desde el principió como de gran interés ocupar y sostener la ISLA DE SACRIFICIOS.
En Septiembre de 1824 el gobierno de México ordena que se provea a la Marina de todos los recursos necesarios para retomar el control de la ISLA DE SACRIFICIOS y con ellos tratar de hacer capitular al último reducto español que se cobijaba en el Castillo de San Juan de Ulúa.
El general Miguel Barragán trascribía al general Manuel Rincón, la orden para ocupar la ISLA DE SACRIFICIOS y la dirección de las obras de fortificación.
Continuara............
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